quarta-feira, fevereiro 1

5.º POEMA DE PABLO NERUDA



PARA QUE TÚ ME OIGAS...

Para que tú me oigas
mis palavras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaivotas en las playas.

Collar, cascabel ebr
io

para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palavras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan aslas suele arrastí por lás paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes de tú pobreron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumbam.
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangue de viejas
súplicas.
Amame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angústia.


Pero se van tiñendo con tu amor mis palavras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tuas blancas manos, suaves como las uvas.

0 Comentários:

Enviar um comentário

Subscrever Enviar feedback [Atom]

<< Página inicial